Lección 2

El diseño gráfico impreso

Actualizado el
 16/10/2023

Folletos, revistas, carteles, tarjetas de visita, prospectos… En muchos ámbitos de nuestra vida diaria encontramos diferentes formatos de diseño gráfico en papel y todavía tienen un brillante porvenir ante sí, a pesar del creciente auge del formato digital. Por eso es importante que revisemos, como profesionales de la comunicación responsables, nuestra forma de diseñar en estos diferentes soportes.

¿Cómo ecodiseñar los soportes gráficos impresos?

La cobertura de tinta es la suma de los porcentajes de tinta utilizados para reproducir una imagen, mediante la combinación de los cuatro colores primarios de impresión: cian, magenta, amarillo y negro. Esta técnica de impresión se denomina cuatricromía.

Reducir la cobertura y, por tanto, la cantidad de tinta utilizada en la impresión:

  • Adoptar los ecocolores, es decir, colores con una cobertura de tinta inferior al 100 %.
  • Jugar con los blancos y utilizar ciertas técnicas artísticas como la bicromía.
  • Reducir la trama para reducir la cobertura de tinta en el soporte.

Se puede reducir el impacto medioambiental de los soportes impresos eligiendo las fuentes adecuadas:

  • Elegir fuentes finas y delgadas como Garamond, Times New Roman y Calibri.
  • Utilizar o crear fuentes ecológicas como Ryman Eco.
  • Adaptarse a las tipografías impresas con reserva (sobre un color plano) y preferir en este caso fuentes en negrita como Arial.
  • Garantizar la accesibilidad de la tipografía (fácilmente legible por todo el mundo) y de que los caracteres se distingan fácilmente unos de otros.

El objetivo es utilizar el menor número de páginas posible y aprovechar al máximo el espacio disponible en el soporte. Optimizar el espacio:

  • Favorecer los formatos estándar (A3, A4, A5, etc.) para evitar el desperdicio de papel al imprimir.
  • Adaptar la maquetación para aprovechar al máximo el espacio disponible y utilizar el menor número de páginas posible.
  • Limitar el uso de imágenes sólidas a menos que sea absolutamente necesario, para ahorrar espacio y tinta.
  • Aportar un valor añadido a los textos para hacerlos más interesantes de leer y llenar mejor el espacio, sin necesidad de imágenes completas.