La organización de eventos tiene un impacto considerable en el medio ambiente, a menos que se organicen de forma responsable.
Ya sea para diez o para varios miles de personas, las disposiciones adoptadas por la persona organizadora pueden tener una gran influencia en el impacto medioambiental, tanto en lo que se refiere a la ubicación como a sus consecuencias sobre la movilidad, el alojamiento, las instalaciones técnicas, el catering, la decoración, los goodies o los residuos.
Centrarse en los impactos de la movilidad
Un evento necesita una localización. Se trata de un aspecto crucial en el que hay que pensar de antemano, cuando se empieza a diseñar el evento:
Identificar un alojamiento coherente
Un evento que se organiza para varios días, o que empieza temprano o acaba tarde, implica el alojamiento de todas las personas que se desplacen al mismo. Esto incluye al público participante, a las personas ponentes y cualquier proveedor de servicios.
Controlar las instalaciones técnicas
El equipamiento técnico de un evento tiene un impacto significativo. Los sistemas de iluminación y sonido son ingredientes importantes, al igual que todos los componentes de la infraestructura (carpas, gradas, revestimientos del suelo, etc.).
Aquí tienes una lista de buenas prácticas para eventos responsables:
Elegir un catering local y de bajo impacto
El impacto positivo de una alimentación sana, local y de temporada es evidente. Por ello, los productos ecológicos son preferibles para la salud del suelo y de los seres humanos:
Pensar en una decoración ingeniosa
La decoración forma parte del atractivo de un evento de éxito. Aquí, más que en ningún otro aspecto, el reciclaje puede tener el efecto más bonito, siempre que se diseñe con verdadera destreza.
Una decoración de eventos inteligente:
Revisar la utilidad de los goodies
Materiales publicitarios gratuitos (goodies) responsables:
Exigir el tratamiento de todos los residuos
La cantidad de residuos de un evento determina su éxito.
Tratamiento adecuado de los residuos: