Lección 1

Uso responsable del papel

Actualizado el
 16/10/2023

Contrariamente a la creencia popular, solo el 13 % de la cosecha mundial de madera se destina a la fabricación de papel. Además, las superficies forestales destinadas al papel se estabilizan, o incluso aumentan (en Europa), gracias a los sistemas de certificación.

El papel es también uno de los materiales más reciclados (hasta un 73 % en Europa), lo que lo convierte en un ejemplo de los principios de la economía circular.

¿Cómo elegir el soporte adecuado?

Reciclado, más o menos blanco, grueso… La oferta de papel es muy amplia. Algunos consejos para ayudarte a tomar la decisión correcta:

  • Preferir los formatos clásicos, para minimizar los «retales» de papel y, por tanto, el despilfarro.
  • Elegir el gramaje adecuado, en función de las necesidades: un papel ligero necesita menos recursos brutos, pero un papel grueso durará más y, por tanto, tendrá menos impacto.
  • Elegir papel blanqueado ecológico o reciclado: para blanquear el papel a menudo se necesitan productos nocivos para el medio ambiente.

Puesto que el uso del papel se ha cuadruplicado desde los años setenta, la gestión forestal es una prioridad, y etiquetas como FSC son una garantía de ello. Supervisan la cadena de suministro para certificar que un árbol talado se compensa con otro replantado.

¿Es más recomendable utilizar papel reciclado que papel certificado? No siempre: los impactos de la recogida y el tratamiento son significativos, y el papel puede reciclarse un máximo de cinco a siete veces antes de perder sus propiedades. Entonces, ¿por qué no utilizar papel certificado para los soportes y papel reciclado para los envases?

En todas las fases de su producción y distribución, el material impreso genera residuos: papel, tinta y disolventes. Qué se puede hacer para limitar estos residuos:

  • Evitar la reimpresión, porque cada tirada requiere un gran número de «hojas de paso».
  • Calcular bien las necesidades para evitar imprimir demasiado y utilizar demasiados envases, por ejemplo.
  • No tirar papel ni cartuchos de tinta: ¡pueden reciclarse!